Antes escribía, antes escribía mucho. Vivía torturada, sufrida, incluso cuando me creía feliz había algo que me molestaba dentro, pero escribía, me sentaba frente al ordenador o frente a un cuaderno y podía poner sin problemas todo ese sentimiento en palabras. Surgían, salían, brotaban, casi las vomitaba. La mitad de las veces lloraba mientras lo hacia y ahogaba el teclado o corría la tinta por toda la hoja, con un rió de lágrimas incontenibles que sólo dejaba de manar cuando terminaba de escribir. No lloraba porque estuviera triste, lloraba porque estaba enojada. Era mi terapia, no encontraba psicólogo que me viniera bien, entonces escribía. Ojo, no era del estilo llorona-tocate un tango, escribía bien enojada con el mundo, nunca estuve super deprimida tenía problemas de ansiedad. Hace cosa de un año y medio (tal vez un poco más) descubrieron que esos trastornos de ansiedad eran provocados por la tiroides, me la medicaron y pase de ser la Bruja mala del oeste a ser Dorita... una mierda. Ahora unir sujeto y predicado me cuesta un huevo y medio, pero cuando estoy triste estoy realmente triste, cuando estoy enojada estoy enojada y cuando soy feliz soy jodidamente feliz.
Mi duda existencial es que es preferible coordinar una oración como dios manda o andar loca como una cabra por la vida. Reconozco a simple vista las ventajas de estar emocionalmente estable, pero extraño un poco la sensación de urgencia que me daba el actualizar mi viejo blog (ese fotolog que murió con mi locura) ahora sigo viendo cosas que digo "esto es para el blog" pero después me olvido o llego a la pagina en blanco y las palabras no surgen, no les puedo dar forma.
Estoy bloqueada... mi ansiedad, mi tiroides, mi locura encontraran un equilibrio?
1 comentario:
EUge, ya lo dice el maestro Joaquin S, "ya no escribo una nota desde que soy feliz".....tengo tb ese digamos, problema, pero he aprendido a enfretarlo enfrentandome...
POr la BRUTA felicidad, SALud querida!!!
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