Desde hace un tiempo para aquí las tardes de las compras se han transformado además en las tardes de meriendas. Hacemos las compras en el centro comercial y después nos vamos a merendar... cafecito, que hace falta una buena dosis de cafeína, algo dulce para comer y charlamos un poco. El otro día estábamos en esos menesteres y María le hacia muecas al Coco mientras le preguntaba en su catalán recién estrenado a cual de sus mamas quería más, yo me reía. No de ella, de un viejo que la miraba con cara de espanto, pobre hombre no sabía donde estaba... nosotras monedábamos en Dunkin' Donuts, no sé porque pero todas las chicas que trabajan en esa sucursal son lesbianas, no es que lo diga porque mi radar gay funcione a la perfección (de hecho creo que lo tengo mal instalado) es porque a todas las van a buscas sus novias o van con sus citas a un restaurante donde también vamos nosotras (sera que dios nos cría y el viento nos amontona). Así que el pobre viejo no sabía en donde se había metido, me nos mal que solo se limito a hacerle un comentario por lo bajo a su mujer, que dicho sea de paso lo mando a freír patatas.
Tengo que buscar trabajo, uno más, uno que no ocupe mi cerebro, uno que sea lo suficientemente automatizado como para que lo haga y no me complique la existencia, para que pueda seguir quemandome el cerebro con el hostal y darle bola mi bebe... por qué no buscar trabajo en una gran cadena, en una de esas con manuales de procedimientos hasta para ir al baño, donde se cumpla a raja tabla ese requisito de no tener que usar la cabeza más que para llevar el pelo... ella me sugirió que buscara trabajo ahí, que en lugar del curriculum le dejara el link con el blog del Coco
No hay comentarios:
Publicar un comentario