sábado, 17 de julio de 2010

Y ahora que pasa???

Aunque lleve un buen tiempo ausente no se piensen que este asunto de la ley de matrimonio se me paso por alto, que el estar a esta distancia no se supone que me tenga completamente desconectada de la realidad de mi país, sobretodo de un hecho tan importante. Mientras mis compatriotas de este lado del charco andaban con ganas de irse a ver los partidos del mundial con sus familiares y amigos a mi el patriotismo me tiraba por salir a marchar al Congreso con la banderita de colores en el cochesito del nene... en fin, cada uno es como es.
La verdad es que le tenía mucha fe puesta a la ley, pero a medida que se acercaba el 14 comenzaba a cagarme en las patas. Pase por todos los estados de indignación posibles leyendo y oyendo comentarios de gente realmente desagradable, me emocione con cartas de hijos de padres gays, con palabras de padres de hijo gay o lesbiana, me sentí orgullosa de heterosexuales que nos defendían como si se tratara de su propia batalla y quise poner en uso prácticas inquisitorias con curas medievales. Pero al final todo salio bien y tenemos ley.

Y ahora que pasa?

El 15 a la noche de acá, tarde de allá, miraba el noticiero y Argentina era noticia por algo bueno, emocionada llame a mi vieja porque quería todos los detalles. El comentario más significativo que me hizo mi mamá fue "cuando vengan a visitarnos nadie le va a poder decir nada a mi nieto" Yo creo que mi madre siempre le tuvo un poco de miedo a mi desenclosetada vida y ella ve como yo en esta ley más allá del casamiento ve la normalización de un montón de gente que hasta hace poco eramos argentinos clase B. No es que ahora van a salir todos los homosexuales a casarse en malón, pero ahora todos los argentinos tienen los mismos derechos. Mi país es un poco más justo, más democrático y estoy orgullosa, aunque sólo vuelva de vacaciones, estoy orgullosa.
Ahora queda la ley de filiación, la de identidad de genero, quedan armarios por abrir y naftalina por sacudir, porque señoras y señores dentro un unos años "Imagine you and me" será una película para ver los domingos en familia y no se escandalizara nadie y nuestros hijos les contarán a sus hijos que hubo una vez en la que las parejas del mismo sexo no se podían casar y nuestros nietos los miraran sorprendidos.

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